“Un cristiano es libre, dueño y señor de todas las cosas y no está sometido a nadie. Un cristiano es un esclavo sujeto a prestación personal en todas las cosas y está sometido a todos” Martín Lutero. 1520

viernes, 24 de septiembre de 2010

Zona Cero.

Parece que ya va remitiendo la polémica surgida por la amenaza del pastor bautista Terry Jones de quemar doscientos coranes en protesta por la posible construcción de una mezquita en la zona cero.

No sabemos a estas alturas si finalmente se va a erigir dicho templo en ese lugar, lo que sí hemos sabido recientemente es que cuando las torres fueron derribadas, una iglesia ortodoxa fue también destruida.

Al reconstruirse la zona las autoridades ortodoxas han pedido poder restaurar su templo. Pues bien, con dilaciones burocráticas de todo tipo la restauración no está siendo posible y obstaculizada en la medida de lo posible. En cambio todo son ventajas y privilegios para la "futura" mezquita.

Parece que para el Islam construir una mezquita tiene más gracia si es sobre las ruinas de un templo anterior como sucedió con la catedral de Córdoba (donde antes había una iglesia visigoda) o la catedral de Sofía.

martes, 14 de septiembre de 2010

Gobernantes.

Sin duda a más de uno le surge la duda acerca del grado de respeto que debemos a nuestras autoridades.

Imaginémonos el supuesto de que uno de nuestros gobernantes tuviera un lío amoroso. Muchos de nuestros conciudadanos no se escandalizarían. Es obvio que es algo que está a la orden del día. Pero supongamos que ese “lío” lo tuviera con su propia hermana.

Entonces la cosa cambiaría. Eso ya rompería muchos tabúes y prejuicios bien asentados (al menos hasta la fecha)

¿Merecería en ese caso tal gobernante nuestro respeto?

Pues ante un dilema así se encontró Pablo cuando fue juzgado por Agripa II, y pese a ello no tuvo inconveniente en llamar rey a tan inmoral gobernante.

Es evidente que ese respeto demostrado por Pablo no se dirigía hacia la persona de Agripa, sino que más bien demostró el debido respeto al cargo ostentado por ese incestuoso personaje.

Aunque es algo difícil en los tiempos que corren, sería conveniente tener en cuenta tal ejemplo al hablar de nuestros gobernantes, y si dudamos de si vamos a ser capaces de mantener el debido respeto (al cargo) siempre queda la opción de permanecer callados.