“Un cristiano es libre, dueño y señor de todas las cosas y no está sometido a nadie. Un cristiano es un esclavo sujeto a prestación personal en todas las cosas y está sometido a todos” Martín Lutero. 1520

lunes, 23 de noviembre de 2009

De cómo usar la propiedad.

CATECISMO MAYOR DE LUTERO

….Hurtar no consiste solamente en el hecho de vaciar cofres y bolsillos, sino que también es tomar lo que hay alrededor, en el mercado, en las tiendas, en los puestos de carne, en las bodegas de vino y cerveza, en los talleres y en fin en todas partes donde se comercia…

Lo mismo digo de los artesanos, obreros, jornaleros que usan de sus arbitrios y no saben cómo engañan a la gente, ejecutando además su faena con negligencia y sin honradez…

A nosotros (los pastores) solo nos toca decir estas cosas y sancionarlas mediante la Palabra de Dios. Porque reprimir los abusos corresponde al príncipe y a las autoridades que deberían tener los ojos y el valor suficientes para establecer y mantener el orden en toda clase de negocios y compra.

¿CÓMO QUIERE DIOS QUE USEMOS LAS COSAS QUE NOS DA?

Como simples administradores o mayordomos. Cuando llegamos a este mundo nada tenemos, y cuando nos vamos, menos todavía. Hay que ser agradecidos tanto con lo que recibimos gratuitamente como con lo que ganamos con nuestro trabajo. Pero tanto lo uno como lo otro nos llega por gracia de Dios. Y como muestra la parábola, no podemos utilizar esos bienes sólo para nuestro uso y disfrute. Se nos pide y exige que ayudemos al hermano necesitado y para bien de todos los que nos rodean, y sobre todo de forma desinteresada.
También se nos pide que no nos aferremos a lo que poseemos. No se nos prohíbe tener riquezas sino el hacer de ellas un ídolo al que sacrifiquemos todo los demás. Hemos de tener en cuenta que las riquezas pueden ser un ídolo si dedicamos todos nuestros esfuerzos a conservarlas como a conseguirlas. En ese sentido igual puede pecar el rico como el pobre.

viernes, 13 de noviembre de 2009

OPA

Se ha definido como una apertura de brazos la oferta que Benedicto XVI ha hecho a los anglicanos descontentos con la orientación que ha tomado su iglesia.

Pero cuando se abren los brazos a continuación se cierran afectuosamente o se apretan apresando al incauto que se ha dejado atrapar.

El Vaticano ha visto su momento y lo ha aprovechado. Westminster estaba debilitado y le han lanzado una OPA hostil, muy hostil.

Llevamos oyendo desde hace muchos años aquello de que ingentes masas de anglicanos descontentos se iban a pasar prácticamente en masa al catolicismo, pero ello no acaba de producirse. No porque el anglicanismo haya mejorado, sino porque hoy, en plena era las comunicaciones y la información, el anglicano medio puede ver donde se metería.

Ya pareció cuando el cardenal Newman se cambió de bando que las conversiones iban a ser masivas. También lo pareció cuando se habló de que Tony Blair se convertía al catolicismo (sorprendente que demorara su cambio por estrategia política, eso dice mucho de su sinceridad) y a día de hoy no sabemos si es católico o permanece anglicano; o no es ni una cosa ni la otra)

Algo me dice que esta tormenta pasará, que las conversiones serán escasas, y mientras continuará la sangría católica en Sudamérica y la desafección en Europa.

martes, 3 de noviembre de 2009

Cuestión de tamaño.

Henry N. Russell (1877-1957) fue profesor de la Universidad de Pricenton, director del Observatorio de Monte Wilson, autor de El sistema solar y su origen.

Cuenta el periódico Washington Post, que tras pronunciar una conferencia sobre la Vía Láctea, se le acercó una dama, y le preguntó:
-¿Si la tierra es tan pequeña y el universo tan inmenso, podemos realmente creer que Dios se ocupa de nosotros?

Y el doctor Russell respondió:

-Depende enteramente de cuán grande es el Dios en quien usted cree.