Gracias a una revista digital cristiana que criticaba una tal Declaración de Alcorcón tuve la curiosidad de averiguar en qué consistía dicha declaración.
Di con ella con facilidad y pude saber que se trata de un documento firmado conjuntamente por dieciocho líderes de iglesias reformadas.
Tras su lectura he llegado al convencimiento de que estaba totalmente de acuerdo con su contenido, asi que he firmado mi adhesión.
Copio a continuación su contenido así como el enlace para firmarlo para que cada cual pueda leerlo y firmarlo si lo cree conveniente.
Reunidos en Alcorcón, Madrid, los días 22 y 23 de septiembre de 2007, con el objeto de analizar la situación ética que atraviesa nuestro país y discernir cuál es nuestro deber como cristianos evangélicos y testigos de Jesucristo, y reconociendo que nuestro testimonio sobre estas cuestiones no ha sido lo suficientemente claro hasta la fecha, los abajo firmantes hacemos la siguiente declaración:
Que la situación moral en que nos encontramos es sumamente grave, con la institucionalización y legalización de prácticas aborrecibles para Dios tales como el aborto[1], la experimentación con embriones humanos[2], los atentados contra la familia[3], el matrimonio homosexual[4] (y el derecho de adoptar niños que lleva aparejado), la identidad de género[5] o el falseamiento del sentido de la justicia en asuntos como el terrorismo y otros semejantes por motivos políticos[6]. Todas ellas son prácticas condenadas expresamente por Dios en su Palabra (la Biblia).
Que la responsabilidad de los cristianos en esta hora es identificarse con lo que Dios revela, enseña y manda en su Palabra, dando así un claro testimonio de la Verdad, sin por ello adoptar una actitud de juicio hacia aquellos que, engañados por el diablo, han caído en prácticas contrarias a la voluntad revelada de Dios o las promueven, a los cuales llamamos a recibir la gracia y el perdón de Dios en Jesucristo mediante el arrepentimiento y la fe.
Que nuestro deber como parte de la Iglesia de Cristo es instar a nuestras autoridades a que recapaciten y dejen de subvertir los valores y los principios dados por Dios en su Palabra, lo cual no puede sino acarrear mal para la sociedad española y ponerlos a ellos mismos bajo el juicio divino[7].
Que nuestro deber como cristianos en un país democrático es utilizar todos los medios legítimos de que disponemos para la defensa de los beneficiosos valores que enseña la Biblia, uniendo fuerzas, si se tercia, con aquellos que busquen los mismos objetivos que nosotros, y resistiendo a quienes quisieran borrar toda huella de cristianismo de nuestra sociedad y dejarla enteramente en tinieblas y a merced del enemigo de Dios y del hombre.
Alcorcón, 23 de septiembre de 2007
FIRMAN:Juan Barnreuther; David Burt; Wenceslao Calvo; Demetrio Cánovas; Iñaki Colera; Bernard Coster; David Estrada; Francisco González; Diego Guirao; J. A. Juliá; Curt Kenneth-Borrough; Boni Lozano; Frances M. Luttikhuizen; Scot Musser; Juan Sánchez Araujo; Larry Thornburg; César Vidal.